Blog patrocinado por la AIDHNC Asociación para la Investigación y Difusión de la Historia Naval de Cuba
CS-13 CAZA SUBMARINOS
CUBANO
Por: Maximino Gómez Alvarez (historiador y Vice-Presidente de la Asociación para la Investigación y Difusión de la Historia naval de Cuba.
El
caza submarinos cubano CS-13, una de las 12 embarcaciones transferidas por
Estados Unidos a Cuba como parte del Programa Lend-Lease y que entró
definitivamente en la historia naval del país antillano al escenificar el
hundimiento del U-176, tuvo una vida azarosa.
Interior del puente de mando.
Detalle exterior del puente.
Detalle del puente del cazsubamarino de 83 pies.
Interior del puente de mando.
El CS-13
fue construido en los astilleros Wheeler Yacht Company, Brooklyn NY, Estados Unidos en 1942
y destinado al servicio del US Coast Guard, otorgándosele entonces el número de
amuras USCG83338. Como resultado de la
firma de Acuerdo Naval y Aéreo suscrito entre los Gobiernos cubano y
norteamericano, doce embarcaciones de este tipo fueron transferidas a través de
Programa Lend- Lease a la Marina de Guerra cubana. Estos CS (caza submarinos) transferidos a Cuba, eran
embarcaciones de madera de 83 pies de eslora, 16 pies de manga y 4.5 pies de
calado; con un desplazamientos de 45 toneladas, poseían para su propulsión, dos
motores Sterling de 600 HP cada uno, con capacidad para 2.200 galones de
gasolina y podían alcanzar una velocidad de 18 nudos. Estaban equipados con 2
plantas eléctricas Fairbanks Morse, radio goniómetro, sonda sónica y girocompás
eléctrico. Como armamento, disponía de un cañón de 20 mm. y 8 cargas de
profundidad. Su tripulación la componían 12 miembros.
Dichas embarcaciones, por su velocidad y excelente maniobrabilidad la convertían en una eficiente arma antisubmarina, no obstante, en superficie resultaban extremadamente vulnerables al ataque de los u-boats y con escasas posibilidades de éxito en un encuentro de este tipo. En resumen, era una embarcación que ofrecía la capacidad de detección y respuesta de ataque ante la presencia de un submarino, siempre que contara con una tripulación debidamente adiestrada; dicha condición se cumplía perfectamente en el caso del CS-13 de la Marina de Guerra de Cuba.
Sala de máquinas de un caza submarinos de 83 pies.
Dichas embarcaciones, por su velocidad y excelente maniobrabilidad la convertían en una eficiente arma antisubmarina, no obstante, en superficie resultaban extremadamente vulnerables al ataque de los u-boats y con escasas posibilidades de éxito en un encuentro de este tipo. En resumen, era una embarcación que ofrecía la capacidad de detección y respuesta de ataque ante la presencia de un submarino, siempre que contara con una tripulación debidamente adiestrada; dicha condición se cumplía perfectamente en el caso del CS-13 de la Marina de Guerra de Cuba.
Imagen de la flotilla de caza submarinos transferido a Cuba por Estados Unidos.
El CS-13 anclado en el puerto de La Habana.
La
Flotilla de los 12 caza submarinos de la marina cubana fue organizada en cuatro
Divisiones de tres unidades cada una; el mando de la Flotilla le fue asignado
el Capitán de Corbeta Marcos Pérez Medina, quien se subordinaba directamente al
mando del Estado Mayor General; a cada División se le asignó un Jefe, lo que
permitía que cada una de estas pudieran, en un determinado momento, actuar de
forma independiente y en coordinación con otra división o como Flotilla al
completo. La cuatro Divisiones quedaron organizadas de la siguiente forma:
-División nº 1, integrada por los caza submarinos
CS-11, CS-12 y CS-13 bajo el mando del Tte. de Navío Ramiro Ceballos
Sigarroa.
-División nº 2 integrada por los cazas
submarinos CS-14, CS-21, CS-22, bajo el mando del Tte. de Navío Rafael Valiente
Griñán.
-División nº 3, integrada por los cazas
submarinos CS-23, CS-24, CS-31, bajo el mando del Tte. de Navío, Osiris Pérez
Soto
-División no. 4, compuesta por los caza
submarinos CS-32, CS-33, CS-34, bajo el mando del Tte. de Navío Mariano Franco
Gancio.
La primera e histórica tripulación del CS-13 quedó
integrada de la siguiente manera:
Alférez Mario Ramírez
Delgado Comandante
Alférez Carlos Cuadra
Garrote 2º Comandante
Cabo Cesáreo Barcelar
Corbillón Fogonero-maquinista
Marinero de 1ª Luis Valdés Martínez Contramaestre
Palero Juan Pérez
Hernández
Fogonero-maquinista
Marinero de 2ª Santiago Rodríguez Ávila Timonel
Marinero de 2ª José Rubiera Quintana Timonel
Marinero de 2ª Eligio Carcacés Gutierrez Artillero
Marinero de 2ª Luis Veranés Casasús Señales
Marinero de 2ª Andrés Abela Arosteguí Operador de Sonar
Marinero de 2ª Roberto Bayona Otero Cocinero
Entonces,
todavía Norberto Collado Abreu no formaba parte de la tripulación de la histórica
embarcación. En realidad e inexplicablemente, Collado no había sido asignado a
ninguna de las tripulaciones de los caza submarinos, sino que se le destinó al
transporte “Columbia”; fue Andrés Abela, su antiguo compañero, quien le comentó
al Alférez Ramírez, comandante del CS-13, quien era Collado y sus increíbles
cualidades como operador de sonar. Fue así que el Alférez, gestionó la
inclusión del marinero Norberto Collado en la tripulación del CS-13. De este
modo quedó formada una de las tripulaciones más capaces con las que haya
contado jamás la Marina de Guerra de Cuba.
El CS-13 en los días en que tiviera lugar su legendaria hazaña.
A
las 17:15 horas del 15 de mayo de 1943, en la latitud 23º,21 y longitud 80º,18´
oeste, en un cielo teñido de un azul intenso apareció un hidroavión de la
Marina norteamericana, un Vougt Sikorsky Kingfisher, perteneciente al Escuadrón
VS-62 con base en la Estación Aéreo Naval norteamericana de Cayo Francés, el
cual al acercarse al lugar, detectó la presencia de un submarino enemigo,
debido al resplandor, provocado por la luz solar al reflectarse sobre el lente
del periscopio. El avión se dirigió de inmediato al lugar del avistamiento y
pudo observar la sombra del submarino; de este modo, al tiempo que se ponía en
contacto radial con la escolta, lanzaba una bomba de humo para marcar el
perímetro y comenzó a volar describiendo círculos en torno a la zona de lanzamiento,
distante como a una milla y media a estribor de la popa del barco que lideraba
la escolta. El Comandante del CS-11 puso en estado de alerta sus fuerzas ante
la inminente presencia de un submarino, ordenando por radio al CS-13, que se
dirigiera a la zona señalada por el avión y entrara en combate. Como resultado de dicho encuentro bélico, el U-176 al mando del Korvettencapitan Reiner Dierksen fue hundido.
Imagen de los miembros del Escuadron VS-62 estacionado en Cayo Frances; al fondo uno de los avionbes King Fisher que ndetectó la presencia del U-176 el 15 de mayo de 1943.
Avión norteamericano Sikorsky King Fisher queparticipóa en la acción conjunta con el CS-13e en el hundimiento del U-176.
Avión norteamericano Sikorsky King Fisher queparticipóa en la acción conjunta con el CS-13e en el hundimiento del U-176.
Alférez de fragata mario Ramírez Delgado, autor indiscutible de la hazaña del CS-13.
Expediente del Incidente 3208, donde se reconoce la autoria del CS-13 cubano en el hundimiento del U-176.
Fragmento de la prensa norteamericana donde se brinda la noticia del hundimiento del U-176 por el CS-13 de la Marina de Guerra cubana.
En los meses posteriores el CS-13 realizó importantes misiones de escolta y reconocimiento navegando centenares de millas en torno a las aguas cubanas, dispuesto siempre a enfrentar la presencia de los submarinos del III Reich.
A principios de 1944 dicha
embarcación de guerra fue enviada a los Estados Unidos junto a otras tres embarcaciones de su tipo, para ser
sustituidas por igual cantidad de unidades similares, pero con motores diesel,
algo que no debió suceder nunca en el caso del CS-13 (antiguo USCG83338), pues el mismo podía haber sido conservado como
testimonio material de la participación de Cuba en el hundimientos del U-176 y
haberlo convertido en museo que contribuyera a perpetuar la memoria histórica
de aquellos hechos.
La nueva embarcación transferida a la Marina cubana y que adquirió la denominación CS-13 de su antecesor, lo fue la del ex USCG 83385, también construida en 1942 en los mismos astilleros.
La nueva embarcación transferida a la Marina cubana y que adquirió la denominación CS-13 de su antecesor, lo fue la del ex USCG 83385, también construida en 1942 en los mismos astilleros.
En el año, en 1945, encontrándose atracado el buque escuela cubano Patria en uno de los muelles de la Base Naval de Guantánamo, el Sargento de 1ra. Contramaestre y antiguo tripulante del CS-13, José Luis Rubiera Quintana, a la sazón, operador de sonar, pudo ver muy cerca a un caza submarino de bandera peruana, al que identificó con el ex CS-13 cubano. Después de solicitar un permiso reglamentario para abordar aquella nave, ahora al servicio de la Marina del Perú, pudo comprobar por la placa ubicada en el puente bajo de dicha embarcación, la presencia del número de amuras 83338, el mismo que correspondía al que había sido el CS-13 cubano. El marinero José Rubiera inició entonces una serie de indagaciones que le condujeron a la comprobación de que en efecto se trataba de la misma embarcación y por tanto, la que había participado en el hundimiento del U-176.
En
efecto, a finales de 1944 dicha embarcación había sido nuevamente transferida
por los Estados Unidos, esta vez a la Marina de Guerra de la República del
Perú, la que el 16 de septiembre de 1944, mediante el Decreto Supremo Nº 12, la
incorporó al servicio con la denominación Caza submarino nº 5 (CS-5). Años
después, el 29 de Mayo de 1958, esta vez mediante la Resolución nº 151, se
resolvía, según consta en el párrafo nº 3 de la referida Resolución: “…adjudicar a la Escuela Naval del Perú, el
BAP CS-5”, señalando más adelante en el párrafo 7mo. de la misma, que dicho buque “será mantenido y sostenido con los medios
propios de la Escuela Naval del Perú”[2]. Al parecer, según testimonios documentales, aún en 1993 continuaba
dicha embarcación bajo la dirección de la referida Escuela Naval. Debemos
señalar, que resulta realmente sospechoso el hecho, de que a pesar de las
excelentes relaciones mantenidas por el Gobierno y Fuerzas Armadas de Fidel
Castro con la Junta Militar Peruana presidida por el General Don Velasco
Alvarado, que gobernó la República del Perú desde 1968 a 1975, Cuba no hubiese
realizado, que se conozca oficialmente, ningún esfuerzo por recuperar el CS-13
o lo que quedara de él. Así mismo, debemos señalar que la acción llevada a cabo
por el CS-13 durante la 2ª Guerra Mundial no tuvo divulgación alguna durante
los años transcurridos entre 1959 y 1998, lo que sólo puede explicarse por
prejuicios ideológicos, ya que la referida acción fue realizada durante el
Gobierno de Fulgencio Batista, por la Marina de Guerra cubana bajo su gobierno
y por tanto fue objeto de la censura más absurda durante las primeras décadas
de gobierno Revolucionario. Llama la atención el velo tendido durante años por
el gobierno cubano sobre un hecho tan transcendental, que constituye un hito en
la Historia Naval de ese hemisferio, cuando la más insignificante de las
escaramuzas sostenidas en la Sierra Maestra por la guerrilla de Castro durante
los años de la guerra contra el dictador Batista, han sido elevadas en muchas ocasiones
a la categoría de epopeya.
Reproducción a escala del CS-13.Cortesía Sr.
Israel Wilfredo Díaz Gómez (Wildy).
Imagen de reproducción a escala del CS-13 con detalle del puente.
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Imagen de reproducción a escala del CS-13 con detalle del puente.
Cortesía Sr.
Israel Wilfredo Díaz Gómez (Wildy).
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